La red Internet ofrece muchas posibilidades para la docencia, como fuente de información y de recursos, como canal de comunicación,  colaboración  y como herramienta para generar nuevos escenarios formativos.

Las Tecnologías de la Información y Comunicación TIC y en particular la red Internet, están revolucionando la forma de hacer las cosas en todos los ámbitos, entre ellos el de la educación. La red Internet ofrece muchas posibilidades para la docencia, como fuente de información y de recursos, como canal de comunicación, colaboración y como herramienta para generar nuevos escenarios pedagógicos que permiten flexibilizar el acceso a la educación.

Una de las principales ventajas de las TIC es que nos facilitan herramientas que permiten introducir nuevas metodologías activas de aprendizaje en el aula, en las que el estudiante se convierte en el protagonista de su proceso de aprendizaje y el docente actúa como facilitador y guía de todo el proceso. De este modo, las TIC permiten que los estudiantes desarrollen habilidades de búsqueda y selección de información, imprescindibles en la sociedad actual en la que existe una gran cantidad de esta, generan mayor motivación e iniciativa en los estudiantes, permiten incrementar la comunicación, la interacción con la información y facilitan el desarrollo de habilidades de expresión escrita.

Las últimas investigaciones sobre la enseñanza y el aprendizaje muestran la necesidad de gestionar grupos-clase cada vez más diversos en términos étnicos, lingüísticos y culturales. Esto permite un nuevo perfil en el que los docentes han de ser expertos habilitados para guiar el aprendizaje de sus estudiantes de manera que puedan atender a la creciente diversidad de sus necesidades. Las TIC constituyen un recurso muy apropiado para el tratamiento de la diversidad y la atención personalizada del estudiante.

Por otra parte, la sociedad actual está demandando un giro en la educación para adecuarnos a un estado de cambio permanente, con nuevas necesidades y valores. En esta sociedad los  estudiantes deben disponer de habilidades para “aprender a aprender” y ser conscientes de que la formación es un proceso permanente que se extiende a lo largo de la vida. Para que este cambio se dé, el docente  no sólo debe ser conocedor de su materia, sino que además ha de aprender a ser un experto gestor de la información sobre la misma, un buen administrador de los medios a su alcance y desde esta orientación dinamizar el aprendizaje de sus estudiantes. El uso de las TIC permitirá incrementar la calidad de la formación y adaptarnos a las nuevas demandas de la sociedad. Para ello, los docentes deberán ser buenos conocedores de las TIC y deberán ser capaces de integrarlas en el proceso  docente como vehículo para llevar a cabo estos cambios.

La formación permanente de los docentes es un elemento clave para el desarrollo de las competencias necesarias para el trabajo de aula  que ha de integrarse en la vida diaria de toda organización educativa. Para que estos cambios que requiere la sociedad se lleven a cabo con éxito no deben abordarse de manera individual por el docente, sino que debe impulsarse desde la propia administración de las instituciones educativas, diseñando un plan de formación continua que desarrolle las competencias tecnológicas básicas que se requieren para ser un buen profesional del siglo XXI.

En definitiva, podemos afirmar que las TIC, son herramientas fundamentales que tenemos que explotar desde el ámbito de la educación para preparar a nuestros estudiantes actuales y a las nuevas generaciones a aprender a aprender y a convivir con los nuevos medios y que para ello no solo es necesario disponer de infraestructuras tecnológicas sino de unos docentes capaces de utilizarlas y de integrarlas en el desarrollo del currículo.

Análisis, recopilación, adaptación.

Marco A. Camacho Galarza.

Fuente:

http://www.educaweb.com